
La protagonista de “La reina del flow” contó que cuando era adolescente deseaba bajar de peso por el hecho de que soñaba con ser bailarina de ballet.
Desde el momento en que “La reina del flow” fue estrenada en el primer mes del verano de 2018 en Colombia y más tarde en Netflix, la serie colombiana se ha transformado en un auténtico éxito, con lo que quienes la prosiguen están a la expectativa sobre la data de lanzamiento de la segunda temporada, donde va a haber muchas sorpresas de manera especial para Yeimi Montoya, quien pese a que se halla en su mejor instante profesional y personal al lado de Juancho, va a deber enfrentar un nuevo contrincante que va a poner en riesgo su vida y todo cuanto ha logrado.
Mientras que aguardamos el anuncio oficial de la data de lanzamiento, te contamos un hecho que vivió su protagonista Carolina Ramírez, quien hace múltiples años padeció un trastorno alimentario que dañó su vida y la de su familia; también, contó de qué manera consiguió superarla.
En diálogo con el programa ‘La Red de Caracol’, la actriz colombiana manifestó que cuando era adolescente tenía el sueño de transformarse en una bailarina de ballet, con lo que – conforme había visto – debía ser delgadísima. Ahí fue cuando comenzaron sus inconvenientes, puesto que deseó bajar de peso inmediatamente.
CAROLINA RAMÍREZ SUFRIÓ DE ANOREXIA NERVIOSA
“La danza tradicional tiene una estética muy particular. Yo deseaba entrar en un molde en el que no entraba”, comentó, al sentir que le faltaba mucho para lograr el cuerpo delgado que tanto deseaba para el ballet, decidió asistir a una dietista que le aconsejó una dieta de dos mil calorías. Mas no hizo caso y se obsesionó, finalizando por consumir quinientos al día.
“Si mi mamá no me coge a tiempo, no creo que estuviésemos contando acá el cuento. Comía poquísimo, hacía mucho ejercicio, dormía poquísimo, y todo me daba culpa: si comía, si no hacía ejercicio, si no sudaba”, señaló.
Esto la llevó a ser diagnosticada a los catorce años con anorexia inquieta, o bien sencillamente anorexia, algo que no solo la afectó a ella, sino más bien asimismo a su familia. “Aunque se puede meditar que es simple comer, es realmente difícil batallar contra el cuerpo y la psique que mandan mensajes continuamente a fin de que la persona no coma”.
¿CÓMO SUPERÓ SU TRASTORNO ALIMENTICIO?
Ramírez contó que al ver a los de su ambiente tan perjudicado como , charló con su progenitora, quien se sinceró con ella y le afirmó que no tenía la posibilidad de abonar un siquiatra. “Me compadecí mucho de mi mamá por el hecho de que siempre y en todo momento estuvo junto a mí y le hacía eso”, precisó.
Tras ese episodio, su familia se mudó a Bogotá donde comenzaron una nueva vida. Si bien reconoció que al comienzo fue durísimo el cambio pues su padre tardó en lograr trabajo y con lo que ganaba su madre apenas podían vivir, supieron salir adelante y llegó a descubrir que lo suyo era actuar.
“Llegó la actuación y entonces pude ser la intérprete que deseaba ser y para eso no necesitaba pesar diez kilogramos menos. Uno debe crecer amándose como es, es un tema de amor propio”, concluyó.